¿Sabes qué es el lenguaje de signos?
Seguramente habréis visto alguna vez a una persona haciendo gestos con las manos, pero que no utilizaba su voz para comunicarse. Alguna vez os habrán dicho que esta persona era sorda o sordomuda. Pues bien, hoy vamos a aprender un poco más sobre este lenguaje de signos que utilizan muchas personas en nuestro mundo. Sigue leyendo.
El lenguaje de signos o la lengua de signos según la Confederación Estatal de Personas Sordas o el CNSE es la lengua natural de carácter visual, gestual y espacial con gramática propia que reúne todas las características y cumple las mismas funciones que cualquier otra lengua. No hay una única lengua de signos en el mundo. Como cualquier lengua, cada país tiene una o varias lenguas de signos que han evolucionado en el seno de sus comunidades lingüísticas, con independencia de las lenguas orales. En España, está la lengua de signos española y la lengua de signos catalana.
1. ¿Para qué sirve esta lengua?
Es una pregunta que muchos quizás os hagáis. Realmente la lengua de signos facilita el aprendizaje en general, así como el acceso a la lengua oral además de propiciar la participación e inclusión social. La lengua de signos suma especialmente para personas que, por motivos genéticos, accidentes o cualquier otra razón sufren de esta discapacidad en la audición, habla o ambas.
Figura 1. Signos básicos del Lenguaje de signos. Imagen extraída de: https://escuelas.excepcionales.es/2023/07/lamina-signos-basicos-lengua-signos.html
2. Legislación en España
Cito textualmente desde la Confederación Estatal de Personas Sordas o el CNSE “La lengua de signos española y la lengua de signos catalana están reconocidas mediante la ley estatal 27/2007. En el ámbito autonómico, Cataluña y Andalucía también cuentan con legislación: la ley catalana 17/2010 y la ley andaluza 11/2011, así como varios Estatutos de Autonomía: Andalucía, Aragón, Canarias, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura e Islas Baleares, así como la lengua de signos catalana en Cataluña. A su vez, encontramos distintas referencias a la lengua de signos en variadas leyes y normativas”.
Por otro lado, quiero destacar que el Consejo de Patrimonio Histórico acordó en 2018, que la lengua de signos española y la lengua de signos catalana, así como sus manifestaciones culturales, sean declaradas parte del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Estos reconocimientos legales son muy importantes, ya que, como muchas lenguas minoritarias, las lenguas de signos han estado largo tiempo marginadas y relegadas al uso personal. No obstante, pese a prohibiciones y obstáculos, se han mantenido vivas y sus comunidades lingüísticas han protegido y transmitido su patrimonio de generación en generación.
2.1. Entonces ¿es una lengua oficial?
Como comentamos en el apartado anterior, por supuesto lo es a nivel legal. Pero, no solo eso, sino que la Red Estatal de Enseñanza de las Lenguas de Signos Españolas de la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE), es una red de centros asociados distribuidos por toda España que oferta cursos de lengua de signos española y lengua de signos catalana. De modo que, su compromiso es la permanente actualización de la enseñanza con criterios de calidad y excelencia.
Esta red tiene más de 40 años de experiencia, con más de 400 profesionales sordos especialistas en lengua de signos. Las actividades formativas siguen la filosofía de aprendizaje, enseñanza y evaluación (MCER), ofertando los niveles de usuario básico (A1, A2) y usuario independiente (B1, B2) en cualquier modalidad y con material curricular y didáctico propio elaborado por la Fundación CNSE.
El valor añadido de esta formación es el aumento en la calidad de vida de las personas sordas en todo el territorio español, contribuyendo activamente a la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
Además, en 2007 se instauro que el 14 de junio como Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas. Se eligió este día porque fue el día que, en 1936, cuando se constituyó la CNSE. Asimismo, en 2017, la Asamblea General de Naciones Unidas declara el 23 de septiembre como Día Internacional de las Lenguas de Signos. Eligiendo este día ya que se estableció la Federación Mundial de Personas Sordas, World Federation of Deaf (WFD), en el año 1951. Esta federación se fundó y se dedica a promover la concienciación sobre la importancia de la lengua de signos ayudando a la realización de los derechos humanos de las personas sordas.
3. Historia de la lengua de signos
Tomamos prestado la tardis del Doctor Who, para viajar a ver los orígenes de esta lengua de signos. Según parece el primer tratado escrito en el que se hacen referencias a la educación de los sordos se debe a Juan Pablo Bonet, quien publica su obra Reducción de las letras y Arte para enseñar a hablar los mudos en 1620 (siglo XVII). Siendo por ello, considerado como el primer tratado moderno de Fonética y Logopedia. Fue revolucionario porque en él se proponía un método de enseñanza oral para los sordos, incluyendo por primera vez y admitiendo el uso de señas manuales que forman el alfabeto manual, para facilitar la enseñanza de las letras a los sordos y mudos. ¿Os imagináis como se sentirían las personas que previo a este momento no tuvieran una forma de comunicarse?
Figura 2. Juan Pablo Bonet. Imagen extraída de: https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_Pablo_Bonet#/media/Archivo:Juan_Pablo_Bonet.jpg
Históricamente, como con cualquier otra lengua, la filología presenta variantes entre las lenguas de señas. Además, las lenguas de señas al ser de minorías están menos estudiadas. Aun así, si bien existe debate acerca de cuál fue el primer diccionario de la lengua de signos, parece que fue el Diccionario Mímico y Dactilológico publicado en 1851 por Francisco Fernández de Villabrille, profesor del Colegio Nacional de Sordomudos de Madrid, siendo una traducción del Dictionnaire mimique et dactilologique de Alejandro Blanchet, quien era el profesor del Instituto Nacional de Sordomudos de París (Saint Jacques), publicado un año antes. En este sentido, en origen nuestra lengua de signos proviene de Francia.
Actualmente, nuestra lengua de signos española está recibiendo fuertes influencias léxicas de la lengua de señas americana (ASL). También, se sabe que la lengua de señas española ha influido en otras lenguas gestuales, como la lengua de señas venezolana (LSV).
A nivel mundial, hay dos asociaciones que son las más importantes: la World Federation of the Deaf (WFD) o también llamada Federación Mundial de Sordos (FMS) y la Unión Europea de Sordos (EUD).
Figura 3. Emociones en el lenguaje de signos. Imagen extraída de: https://escuelas.excepcionales.es/2022/11/laminas-emociones-lse.html
4. ¿Qué es la sordera?
Deberíamos también de hablar de qué es la sordera. La sordera se define como la dificultad o la imposibilidad de usar el sentido del oído debido a una pérdida de la capacidad auditiva, clasificándose dicha pérdida en parcial (hipoacusia) o total (cofosis), así como en unilateral (un único oído) o bilateral (los dos oídos).
La pérdida de audición se define a su vez como el proceso en el que se disminuye la sensibilidad a los sonidos que normalmente se sienten. Por otro lado, encontramos los términos de deterioro auditivo o con problemas de audición que generalmente están reservados a las personas que tienen insensibilidad relativa a los sonidos en las frecuencias del habla. Tal es el caso de la sordera cuando se es anciano. Su clasificación dependerá de la gravedad de la pérdida auditiva se clasifica de acuerdo con la necesidad de ampliar el aumento del volumen por encima del nivel normal antes de que el oyente lo pueda detectar.
Figura 4. Niño con sordera. Imagen extraída de: https://www.eldiario.es/retrones/discapacidad-invisible_132_5117616.html
Por ello, no debemos confundir sordera con pérdida de audición. Y esto se debe a que en la sordera la persona es incapaz de comprender el habla, incluso con amplificación del sonido. Es más, en los casos de sordera profunda, incluso los sonidos más fuertes producidos por un audiómetro no pueden ser detectados; y en la sordera total, no se percibe ningún sonido en absoluto, independientemente de la amplificación o método de producción.
Precisamente el audiómetro es una herramienta esencial en las sorderas, ya que es un instrumento utilizado para medir la audición mediante la producción de tonos puros a través de una gama de frecuencias. En el caso del ser humano, al someter el tímpano a 150 decibelios éste se rompe, quedando la persona sorda.
5. Clasificación de las sorderas
Existen diversos criterios a la hora de clasificar las diferentes tipologías de pérdida auditiva o sordera.
- Según la localización de la lesión.
- Pérdida auditiva conductiva o de transmisión. Causadas por enfermedades u obstrucciones en el oído exterior o medio, las pérdidas auditivas conductivas normalmente afectan a todas las frecuencias del oído de manera uniforme.
- Pérdida auditiva sensorial, neurosensorial o de percepción. Son en los casos en los que las células ciliadas del oído interno, o los nervios que lo abastecen, se encuentran dañados. Pueden ser pérdidas leves a profundas. A menudo afectan a la habilidad de la persona para escuchar ciertas frecuencias más que otras, de manera que escucha de forma distorsionada el sonido, aunque utilice un audífono amplificador. Los actuales audífonos se pueden ajustar y ayudar con esto.
- Pérdida auditiva mixta. Se refiere a aquellos casos en los que existen aspectos de pérdidas conductivas y sensoriales, de manera que existen problemas tanto en el oído externo o medio y el interno. Este puede darse por daños en el sistema nervioso central, ya sea en las vías al cerebro o en el mismo cerebro, normalmente por traumatismos en la zona auditiva.
- Según el grado de pérdida auditiva. Se mide en decibelios y se clasifica en pérdida leve (20-40 dB), moderada (40 a 70 dB), severa (70 a 90 dB) o profunda (cofosis, es decir, malformaciones en el canal auditivo, como por ejemplo la cóclea, +90 dB).
Figura 5. Estructura del oído humano. Imagen extraída de: https://www.researchgate.net/figure/Figura-3-Descripcion-detallada-del-oido-medio-2_fig1_309092968
- Según las causas. Depende si la causa es externa (rubeola materna durante el embarazo) o hereditaria (suele ser recesiva y conllevar trastornos asociados). En los casos hereditarios destacamos como los más comunes el síndrome de Stickler y el síndrome de Waardenburg entre los de genes dominantes. Mientras que el síndrome de Pendred, el síndrome de acueducto vestibular dilatado y el síndrome de Usher se da con genes recesivos.
- Según la edad del comienzo de la sordera. Hay 3 tipos principalmente:
- Prelocutivos: si la discapacidad sobrevino antes de adquirir el lenguaje oral (antes de 2 años).
- Perilocutivos: si la discapacidad sobrevino mientras se adquiría el lenguaje oral (2-3 años).
- Poslocutivos: si la discapacidad sobrevino después de adquirir el lenguaje oral (después de 3 años).
6. Tratamientos para las sorderas
En general hay dos tratamientos generales para los problemas de sorderas.
- Audífonos externos : En las sorderas de tipo conductivo
- Implantes cocleares: Con resultados diversos.
Figura 6. Audífono (izquierda) e implante coclear (derecha). Imagen extraída de: https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-articulo-protesis-auditivas-implantables-S0716864016301171
7. ¿Cuántas personas usan esta lengua? ¿Y la antropología detrás de esta?
Los datos sobre el colectivo de personas sordas están en torno al millón en todo el territorio español. No obstante, es muy diverso por una serie de factores como el tipo de sordera, las formas de comunicación utilizadas, las características individuales y el contexto familiar, educativo y social de cada persona.
Aunque no hay estadísticas plenamente fiables, se calcula que un 20 o 30 % de ese millón de personas y sus allegados la tienen como su segunda lengua.
Por otro lado, antropológicamente, las personas sordas forman una minoría lingüística y cultural, con unas características particulares. En efecto, hay una gran diversidad de perfiles lingüísticos, pero subyace un elemento biológico que tiene relevancia en la conformación de su identidad como individuos. También, la perspectiva de promoción de la lengua de signos está detrás de los modelos educativos bilingües y biculturales.
Sin duda la comunidad sorda es una minoría lingüística y cultural conformada en torno a la lengua de signos. Por esta lengua de signos, es por lo que muchos identificamos o tenemos como rasgo identitario de las personas con sordera.
No obstante, no es correcto del todo que las personas sordas sean las únicas que usan esta lengua. Las personas que usan la lengua de signos, está formada por personas tanto sordas como oyentes que comparten objetivos e intereses comunes canalizados a través de las organizaciones tanto de personas sordas como para ellas. Aun así, muchas personas que la usan no tienen sordera de ningún tipo.
Como curiosidad, la proximidad con Portugal hace que muchos de los signos usados en este país y en España se usan, especialmente dependiendo de la cercanía de las regiones, esto se debe a la semejanza léxica. Otra curiosidad, es que la lengua de signos catalana (LSC), la lengua de signos valenciana (LSCV), así como las variedades andaluzas oriental (Granada, Almería y Jaén), canaria, gallega y vasca son especialmente peculiares, estimándose que entre el 10 y el 30 % de diferencia en el uso de los sustantivos.
8. Mitos y verdades sobre las personas sordas
El primer mito. Las personas sordas no tienen permiso para conducir. Las personas sordas pueden conducir. La mayoría de los países simplemente requieren que los conductores sordos utilicen ambos espejos retrovisores laterales. Otros países piden que se agreguen espejos panorámicos o dispositivos visuales que puedan convertir específicos sonidos. Finalmente, algunos países del tercer mundo no dan el permiso de conducir a los sordos.
El segundo mito es que todas las formas de pérdida auditiva se pueden solucionar intermediando audífonos o implantes cocleares. A pesar de que muchas personas sordas pueden simplemente usar audífonos para tener solución, hay otros que no pueden beneficiarse de este uso.
El tercer mito es que todas las personas sordas son expertas en cultura sorda. La verdad es que no todas las personas sordas están especializadas en antropología.
El cuarto es que todas las personas sordas quieren sentir la audición o escuchar. Lo cierto es que mientras algunas personas sordas querrían recuperar la audición, no es el caso de todos. Algunos se enorgullecen de su sordera o lo ven como una deaf gain, pues esto tiene sus propios beneficios.
El quinto mito es que las personas que no pueden oír no pueden utilizar un teléfono. Quizás antes no, pero con las tecnologías de ahora, a través de celulares, teléfonos con vídeo, mensajes de texto o computadores, las personas con sordera pueden tranquilamente comunicarse.
Figura 7. Imagen de humor sobre los sordos. https://cultura-sorda.org/sordera-construyendo-verdades-y-derribando-pensares-sociales/
El sexto mito es que toda la gente que no oye puede leer los labios. No es cierto. Solo el 30 % del inglés hablado es visible en los labios. Además, la lectura de labios requiere no sólo una buena iluminación, sino también una buena comprensión del lenguaje oral en cuestión y puede depender también del conocimiento contextual de lo que se está diciendo.
El séptimo mito es que la mayoría de las personas sordas tienen padres sordos. Menos del 5 % de los niños sordos de los Estados Unidos tiene un padre sordo.
El octavo es que todas las personas sordas o aquellas que tienen problemas auditivos utilizan la lengua de signos. No todas las personas que presentan pérdida auditiva conocen la lengua de signos. A veces por su situación social, económica y cultural.
El noveno es que las personas sordas no hablan. La verdad es que sólo si la persona tiene esta discapacidad de nacimiento se puede decir que no puede adquirir lenguaje oral. Pero cuando la sordera es adquirida sí pueden hablar perfectamente, aunque no pueda oírse asimismo o lo haga con dificultad.
Conclusión
Las personas sordas utilizan en muchos casos el lenguaje de signos, que sin duda es un mecanismo más de comunicación desarrollado por la necesidad, ante la falta de un sentido tan importante como es el oído. Como curiosidad en el ser humano el primer sentido que se desarrolla es el oído.
No obstante, como todas las discapacidades en algunos países se les da a estas minorías algunas facilidades. En España la TVE (televisión nacional España) tiene programas que emiten usando esta lengua como En otras palabras y también ha aparecido en películas como Tacones lejanos.
Otras referencias del extranjero tales como CODA: Los sonidos del silencio o la serie de Cambiadas al nacer (España). Permiten dar visibilidad de los conflictos que presentan las personas que no tienen el sentido de la audición.
Este artículo ha sido redactado por el equipo de Microbacterium.es de forma exclusiva para Dciencia. Artículo redactado por Ana María Morón y editado por el equipo de Microbacterium.es , que forma parte de sharescience.es
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Bibliografía
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