Alopecia femenina y sus tratamientos
La alopecia se define como la pérdida anormal del cabello. Generalmente cuando hablamos de alopecia nos referimos al cuero cabelludo (calvicie), aunque en realidad puede afectar a otras zonas como la cara, axilas o pubis. De manera instintiva, si pensamos en alopecia nos viene a la mente un hombre calvo o con poco pelo. Sin embargo, es un problema que afecta también a las mujeres.
Las causas de la pérdida del cabello son variadas. Incluyen alteraciones del propio pelo o del cuero cabelludo, trastornos psicológicos, enfermedades sistémicas, factores genéticos o incluso consumo de determinados fármacos.
La alopecia se clasifica, generalmente en dos categorías, cicatricial y no cicatricial.
- La alopecia cicatricial se debe a alguna alteración de la piel, como infecciones, quemaduras o inflamación. Si esta alteración destruye la raíz del pelo, la pérdida del cabello no es reversible.
- La alopecia no cicatricial está provocada por la disfunción del propio folículo piloso. Generalmente es reversible, puesto que el folículo no suele destruirse. Se subdivide a su vez en varios tipos:
- Androgenética. El pelo es más sensible a los andrógenos y se produce un cabello fino, de poco diámetro. También se afecta el ciclo del cabello, aumentando el número de pelos en fase de reposo. Frecuentemente es de origen genético y pese a estar relacionada con los andrógenos, se da tanto en hombres como en mujeres.
- Se produce la pérdida de cabello en zonas concretas del cuero cabelludo. Afecta a ambos sexos. No se conoce exactamente su causa.
- Efluvio telógeno. También se llama alopecia difusa y sucede cuando hay a la vez muchos folículos pilosos en la fase telógena. Tampoco se conoce bien su origen, pero parece estar relacionado con el estrés. Afecta fundamentalmente a las mujeres.
- Anagénica. Provocada por enfermedades endocrinas, drogas u otros tóxicos, afecta a los folículos en fase anágena.
- Tóxicas. Producidas por determinados fármacos.
Como decíamos, la alopecia no es un problema exclusivamente masculino. De hecho, se estima que un mínimo del 30% de las mujeres lo sufren. Las causas son variadas, pero incluyen un componente genético, factores hormonales (cambios durante el embarazo o la menopausia), falta de hierro y, por supuesto, el recambio estacional (seguro que estáis acostumbradas a notar una mayor caída del pelo, por ejemplo, en otoño).
Los tratamientos capilares contra la alopecia en la mujer son variados y siempre hay que acudir a una consulta de alopecia femenina. Los más recomendados son la aplicación de minoxidil tópico, los fármacos antiadrogénicos, como la finasterida, el injerto capilar, la mesoterapia o la fototerapia, entre otros.
El injerto capilar en la técnica que tan de moda se ha puesto actualmente. Básicamente se extrae pelo de una zona donde esté sano, se coloca en la zona de hay alopecia y en más o menos un mes se obtienen los primeros resultados.
La mesoterapia capilar consiste en la inyección intradérmica de fármacos, factores de crecimiento o micronutrientes que se liberan de manera progresiva. Se utiliza de manera principal en casos agudos de caída del cabello y en otros casos como tratamiento adyuvante al principal. Para realizar estos tratamientos hay clínicas de mesoterapia capilar en Madrid y en otras ciudades de España.
La fototerapia consiste en la estimulación del crecimiento del cabello por medio de terapia de luz, por medio de unos láseres y leds de determinadas longitudes de onda que son capaces de mejorar el flujo sanguíneo y eliminar las toxinas que se acumulan en el folículo piloso.