Ni la margarita es una flor ni la piña es una fruta
No nos hemos vuelto locos, pero, estrictamente hablando ni la margarita es una flor ni la piña es una fruta. Vamos a ver qué son.
El caso de la margarita
Si prestamos un poco de atención a las plantas que nos rodean, veremos que algunas tienen flores individuales mientras que otras están agrupadas. Estas últimas se llaman en realidad inflorescencias. Más estrictamente se define inflorescencia como la forma en que aparecen colocadas las flores en las plantas. Así, las inflorescencias pueden ser de una sola flor (uniflora,) o de varias (pluriflora).
Vale, entonces pensamos que una flor es esto:
Flor de Vinca
Y nos imaginamos una inflorescencia pluriflora como algo así:
Inflorescencia del ajo rosa
Bueno, hasta aquí sin problemas, pero esto es una flor individual ¿no?:
Pues no. En la “flor” de esta foto hay muchas flores unidas.
La margarita, como todos sabemos, tiene un “botón” amarillo más o menos redondo del que salen como pétalos blancos. En realidad, estos pétalos son flores reducidas, sin órganos masculinos y cuya función es atraer para los insectos polinizadores. Si nos acercamos mucho (o mejor aún, usamos una lupa) al botón amarillo, podremos ver que está formado por numerosos tubos unidos. Cada uno de estos tubos son, a su vez, flores, estas sí con estambres (órganos masculinos) y pistilos (femeninos). Este tipo de inflorescencia se llama en umbela. El crisantemo es otro buen ejemplo de inflorescencia similar a la margarita es el girasol.
Es decir, la margarita no es una flor. Son muchas flores juntas.
Esquema tomado de https://www.botanical-online.com/botanica/inflorescencias-caracteristicas.
1. Flor tubular (las que forman el botón amarillo). 2. Flor ligulada (lo que habitualmente llamamos pétalo de la margarita, aunque no lo sea). 3. Semilla. 4. Receptáculo
El caso de las frutas que no son frutas
Al igual que algunas plantas tienen muchas flores agrupadas, con sus frutos pasa algo parecido. De manera general es el pistilo de la flor lo que se transforma en fruto. El pistilo es el órgano femenino de la flor y está formado por el estigma, el estilo y el ovario, que tiene en su interior el óvulo. Es necesario que se fecunde el óvulo para que se forme el fruto. Sin embargo, en muchas especies de plantas en la formación del fruto interviene no solo el pistilo, sino otras partes de la flor. Y, en ocasiones, el fruto proviene de la transformación de varias flores juntas.
Teniendo en cuenta todo esto, tenemos distintos tipos de frutos:
- Fruto simple. Se forma a partir de una sola flor con un solo pistilo. Por ejemplo, la ciruela.
- Fruto agregado. Se forma a partir de una sola flor pero que tiene varios pistilos, como la frambuesa.
- Fruto complejo. Es cuando en la formación del fruto intervienen otras partes de la flor además del pistilo, como sucede en la pera o la manzana.
- Infrutescencia o fruto compuesto. Es un fruto formado a partir de varias flores, como el higo o la piña.
En las infrutescencias todas las flores de una inflorescencia participan en la formación de una estructura que parece un solo fruto pero que en realidad está formado por muchos frutos.
Una infrutescencia es el resultado de la fecundación de una inflorescencia (grupo de flores) compacta, así como también de la fecundación del óvulo de ciertas flores apocárpicas (es decir, que tienen los carpelos -órganos de reproducción femeninos de aspecto similar a una hoja, pero modificada que contienen los óvulos- separados, formando cada uno un pistilo).
En ocasiones participan otras partes de la flor o incluso el mismo eje de la inflorescencia en su desarrollo, por lo que estaríamos tratando también de frutos complejos.
En ella, los frutos se encuentran tan juntos que parece que solo hay un único fruto, lo cual puede crear confusión.
Es decir, a diferencia de un fruto normal, en las infrutescencias el fruto está adherido al receptáculo con el que forma un conjunto, y que, a menudo, confundimos con el verdadero fruto. Un ejemplo sería la fresa, donde los frutos propiamente dichos serían los pequeños granitos que encontramos salpicando la fresa. En este caso, se trataría de un fruto agregado, puesto que los diminutos frutos están «agregados» al engrosamiento del receptáculo floral. Dichos frutos se originan en la misma flor, como en el caso de las moras o las frambuesas.
Vamos a ver el caso particular del higo. El higo no es una fruta estrictamente hablando, sino un sicono, es decir, una infrutescencia resultado de la maduración de una inflorescencia completa incluyendo la estructura que soporta las flores. Está formado por un receptáculo carnoso en forma de copa que encierra las flores.
Las flores de la higuera crecen dentro de una vaina que madura hasta convertirse en lo que conocemos como higo. Cada higo, contiene muchas flores y cada una de esas flores produce, tras la fecundación un único fruto llamado aquenio. Estos frutos son muy pequeños (son las “pepitas” del higo) y contienen una semilla.
Si las flores están dentro… ¿cómo se produce la fecundación para que surjan las semillas, los frutos y se perpetúe la especie? Pues, siguiendo con las curiosidades del higo, se necesita una especie de avispa para que se produzca la polinización. La avispa hembra entra en un higo macho a través del único agujero existente (ostiolo) para poner sus huevos. El agujero es tan pequeño que para entrar la avispa hembra ha de romper sus alas y sus antenas. Es decir, si entra, ya no podrá salir. Vale, entonces ¿cómo lleva el polen a la flor hembra del higo? Pues eso lo hacen las crías hembras. Cuando salen, penetran en las vainas de higos machos y hembras). Al llevar el polen adherido, cuando penetran en un higo hembra, se produce la fecundación y se formarán la semilla y el fruto.
Os dejamos con un vídeo, en inglés, que explica la curiosa polinización de las higueras.
La piña es otro ejemplo de infrutescencia, pero algo diferente al higo. En este caso no es un sicono, sino una sorosis. En este caso concreto, la piña proviene de una inflorescencia. Cuando las flores de la inflorescencia han sido fecundadas se produce la soldadura de las bayas resultantes. Es decir, cada flor produce una baya y estas bayas se fusionan. Lo hacen entorno al eje central de la inflorescencia, que es lo que se vuelve carnoso. La parte que comemos son los pistilos desarrollado y las bases fusionadas de las flores.
Debajo de cada “escama” que vemos en el exterior de la piña, esa especie de escudos duros espinosos, hay una baya, un fruto.
Para una explicación más detallada de las piñas, tenéis una entrada maravillosa en el blog sobreestoyaquello.com, de Manuel Peinado Lorca.
Para acabar… ¿sabíais que una mazorca de maíz también es una infrutescencia?