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Desde hace ya unos años se están implementando distintas herramientas de telemedicina. Así, ya hay bastantes aseguradoras que te ofrecen, por ejemplo, consultas con enfermeras o de medicina para enfermedades menores. De igual modo, cada vez más psicólogos dan la posibilidad a los pacientes de realizar psicoterapia online, también denominada virtual.

Las nuevas tecnologías permiten acogerse a este modo de psicoterapia prácticamente a todo el mundo, de una manera, además, muy sencilla. Se realiza una videollamada, concertada previamente con el terapeuta, por alguna de las múltiples plataformas existentes, bien desde el ordenador, bien desde el propio teléfono móvil. También se incluye en este concepto el uso de chats.

Lógicamente, es el terapeuta el que evalúa si la psicoterapia online es apropiada para el caso de cada paciente concreto o se requiere una presencia física. Y, lógicamente, no son excluyentes, se pueden combinar sesiones en distintas modalidades. Esto lo debe decidir siempre el terapeuta, en función del paciente y de la terapia que necesite.

El uso de la psicoterapia online presenta algunos beneficios frente a la presencial.

• El más obvio e inmediato es la comodidad para el paciente. No es necesario que el paciente se desplace y, no solo eso, sino que además puede realizar la sesión desde casa. El hecho de no tener que desplazarse supone una ventaja añadida en personas con problemas de movilidad o agorafobia.

• Además, cuando el paciente está en su propia casa, no en la consulta, supone un extra de bienestar para él, puesto que evita la posible sensación de nerviosismo o desazón que puede sentir en una consulta.

• Por otro lado, la comodidad también es para el psicólogo, que puede incluso teletrabajar o recibir pacientes que no sean de su propia localidad.

• Este tipo de terapia online facilita la acción rápida o temprana, puesto que la inmediatez es mucho mayor.

Sin embargo, no se puede afirmar que todo sean ventajas. La psicoterapia online tiene también algunos inconvenientes que hay que conocer a la hora de realizar este tipo de teleasistencia.

• En primer lugar, hay que evaluar siempre la posibilidad tecnológica de realizar sesiones online. No todo el mundo es nativo digital y para algunas personas puede resultar algo más complicado utilizar de manera correcta las aplicaciones de videollamada.

• Por otra parte, también deberemos asegurarnos de tener la conexión a internet Puede resultar muy frustrante tanto para el terapeuta como para el paciente realizar una sesión de psicoterapia con cortes continuos en la comunicación.

• El psicólogo ha de tener en cuenta también que no todas las técnicas y pruebas de psicoterapia se pueden realizar en una sesión a distancia. El uso de determinadas pruebas solo es posible en sesiones presenciales, mientras que la psicoterapia online es especialmente útil cuando se van a emplear modelos conversacionales.

• Se puede producir una pérdida de información de comunicación no verbal. De manera general en las videollamadas solo se observa la cara y el tronco del paciente, de tal manera que el aspecto gestual de las manos o la posición del cuerpo no puede ser evaluado correctamente por el terapeuta.