Materiales para esculpir: masillas
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La elección del material es uno de los puntos esenciales que debe realizar el escultor, puesto que gran parte del resultado final depende del material escogido. Además, la manera de trabajar cada material es muy diferente.
Vamos a hacer un pequeño recorrido por algunos de los materiales empleados.
Arcilla
Es de los materiales utilizados desde hace más tiempo, desde la prehistoria. Se puede moldear sin herramientas, solo con las manos y, cuando se seca, se endurece. Pese a este endurecimiento, no deja de ser frágil.
Piedra
Probablemente sea el primer material en el que pensamos cuando decimos escultura. Es un material muy duro, que no se puede trabajar con las manos, sino que necesita herramientas especiales. Hay cientos de piedras diferentes, que aportan distintas características al resultado final. Una de las piedras más conocidas es, sin duda, el mármol. A la hora de escoger el tipo de piedra hay que valorar su dureza. Las piedras más blandas pueden dar problemas a la hora de esculpirlas, puesto que se pueden “deshacer”, romper. En cambio, las piedras más duras requieren un sobreesfuerzo físico importante.
Metal
Es otro de los materiales frecuentemente empleados en escultura. Al igual que la piedra requiere de herramientas para trabajarlos. Presentan una diferencia fundamental con la piedra, en lo que a la fase de trabajo se refiere. Los metales se pueden fundir, convertirlos en líquido e introducirlos en moldes. Una de sus ventajas es su durabilidad, al igual que en el caso de la piedra. Bronce, hierro, acero, oro… son algunos de los metales que se emplean con frecuencia en escultura.
Madera
Es otro de los materiales clásicos en escultura. La madera puede ser tallada y pintada y su trabajo es algo más sencillo que en el caso de la piedra o el metal.
Masillas y plastilinas
Hasta ahora hemos visto materiales “clásicos”. Pero la ciencia avanza y van apareciendo materiales modernos y con características nuevas y avanzadas, como las masillas. Una masilla para modelar es un material maleable que podamos moldear con las manos.
Existen diversos tipos de masillas para moldear, como las arcillas poliméricas, las plastilinas y las masillas epoxídicas, que son las que propiamente se conocen como masillas. Si no estáis dentro del mundo del modelado, puede que os sorprendan este tipo de materiales. Están formadas por dos componentes, que cuando se juntan sufren una reacción química que provoca su endurecimiento. Típicamente uno es la resina y el otro un endurecedor. El nombre de “epoxídicas” viene del grupo químico epóxido, que podéis ver en los extremos de la estructura base de una resina epoxi en la imagen.
Estas sustancias son polímeros estables, con alta resistencia mecánica, química y térmica.
Estas masillas provienen del mundo de la fontanería, donde se utilizaban como una especie de soldadura en frío.
Un ejemplo de estos materiales es la denominada “masilla verde” o en inglés Green Stuff, que se llama así porque cuando se juntan los dos componentes, además de endurecerse adquiere color verdoso y aspecto chicloso.
Existen muchos tipos diferentes de masillas, con los que se consiguen distintas dureza y consistencia. Así, por ejemplo, la masilla milliput es una masilla epoxi de la familia de las arcillosas y tiene un secado rígido, pero más quebradizo que la masilla verde. Hay que tener en cuenta que podemos mezclarlas para obtener el resultado deseado. Cuando se han endurecido, las masillas se pueden lijar o pulir. Además, algunas masillas resistentes al agua, al aceite y a los disolventes. Por ejemplo, la masilla verde se disuelve con alcohol, pero no con agua y la masilla milliput es resistente a la mayoría de los disolventes.
El tiempo que pasa desde que se mezclan los dos componentes hasta que se endurece, depende de la masilla o mezcla que estemos empleando. Así, por ejemplo, en el caso de la masilla verde tendremos aproximadamente una hora y media en la que podremos trabajar con ella. Por el contrario, milliput tiene un tiempo de curado mayor, de entre cuatro y seis horas, en función también del grosor empleado y de las condiciones ambientales.
Las masillas epoxi se utilizan mucho en modelado de pequeñas figuras. Así, su uso es muy habitual en las miniaturas de personajes de cómics, videojuegos, personajes de rol… Las técnicas que se pueden emplear en el modelado con masilla son igualmente variadas. Así, se puede trabajar con moldes, dentro de los cuales se vierte la resina, pero también se puede moldear directamente. De igual manera, podemos emplear la técnica del vertido, cubriendo una superficie para otorgarle un acabado diferente. La principal ventaja de las masillas frente a otros materiales es, como hemos visto, su alta versatilidad y posibilidades que ofrece. Hay muchas masillas diferentes, con características distintas e incluso se pueden mezclar, en busca de la personalización que desee cada uno.