¿Y si pudiéramos frenar la aterosclerosis reeducando al sistema inmune?

Hola, soy Miguel Galán Burgos, investigador en inmunología cardiovascular en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC). En este trabajo exploramos el papel de unas células inmunes concretas —las dendríticas tipo 1 o cDC1— en la aterosclerosis, una enfermedad crónica de las arterias que puede causar infartos e ictus.

Descubrimos que estas células no solo están presentes en las placas de aterosclerosis, sino que activan procesos inflamatorios que favorecen el avance de la enfermedad. Además, encontramos una forma de bloquear su efecto sin eliminar por completo su función.

El sistema inmune, ¿aliado o enemigo durante la aterosclerosis?

La aterosclerosis es una enfermedad cardiovascular crónica que afecta a nuestras arterias y puede acabar provocando infartos o ictus. Durante años se ha visto esta enfermedad como un problema causado únicamente por un aumento de colesterol, pero hoy sabemos que la inflamación también desempeña un papel crucial. ¿Y quién orquesta esa inflamación? En gran parte, el sistema inmunitario.

¿Qué hemos hecho y qué hemos descubierto?

 

Hemos identificado que las células dendríticas tipo 1 (cDC1) contribuyen activamente al avance de la aterosclerosis en modelos de ratón alimentados con dieta con alto contenido en colesterol. Cuando aumentamos su número, la enfermedad empeora; al eliminarlas, mejora. Descubrimos que esto se debe a la activación de la vía STING en las cDC1, que desencadena una fuerte respuesta inflamatoria a través de linfocitos T CD4+ y CD8+.

A partir de ahí, diseñamos nanopartículas lipídicas dirigidas a esta células que llevan un fármaco antiinflamatorio directamente a las cDC1, bloqueando su efecto sin dañar el resto del sistema inmunitario. Una forma de “reeducar” estas células en lugar de eliminarlas.

 

Resumen gráfico del estudio

Resumen gráfico del estudio

 

Paso 1: expandimos las células dendríticas

Lo primero que hicimos fue expandir las células dendríticas de ratones propensos a desarrollar aterosclerosis. Utilizamos una proteína llamada FLT3L que estimula la generación de cDC1s. El resultado: placas más grandes y más inflamación al aumentar el número de cDC1s 👉 ¡Las cDC1 eran esenciales para el daño!

 
Paso 2: eliminamos las cDC1… y la enfermedad mejora

Probamos entonces si eliminar las cDC1 también tenía efectos. Y sí: menos placas, menos linfocitos T inflamatorios, menos enfermedad. Lo confirmamos usando dos estrategias genéticas diferentes.

👉 Las cDC1 eran, por lo tanto, responsables directas de promover la inflamación vascular.

 

Paso 3 ¿Cómo las cDC1 promueven la inflamación? La vía STING al mando

No nos quedamos solo en demostrar que eliminar las cDC1 mejora la enfermedad, sino que quisimos entender cómo estas células impulsan la inflamación.

Descubrimos que las cDC1 activan una vía molecular llamada STING (Stimulator of Interferon Genes), que funciona como un sistema de alarma dentro de las células. Cuando STING se activa en las cDC1, estas células aumentan la producción de señales inflamatorias que reclutan y activan linfocitos T CD4+ y CD8+, que son los soldados inflamatorios que dañan las paredes arteriales.

Esta activación de STING en las cDC1 amplifica la respuesta inmune local y hace que la aterosclerosis progrese con mayor intensidad.

Este hallazgo fue clave porque nos dio una diana molecular clara para intentar frenar la inflamación sin eliminar las cDC1 por completo.

 

Paso 4: ¿Y si las silenciamos, en lugar de eliminarlas?

Aquí dimos un paso más. En lugar de eliminar las cDC1, diseñamos unas nanopartículas lipídicas que llevan un antiinflamatorio clásico (dexametasona) y que están decoradas con un anticuerpo específico que solo reconoce a las cDC1.

Nanopartícula

Nanopartículas dirigidas a cDC1: transportan dexametasona directamente a estas células para reducir su capacidad inflamatoria

 ¿Funciona? ¡Sí, y sin efectos secundarios!

Los ratones alimentados con dieta rica en colesterol los tratamos con esas nanopartículas y los resultados fueron muy claros:

✅ Reducción de las lesiones ateroscleróticas

✅ Menos linfocitos T inflamatorios (CD4+ Th1 y CD8+)

✅ Sin toxicidad hepática o renal

✅ ¡Y sin alterar la respuesta inmune a infecciones virales!

👉 Una inmunoterapia de precisión que reeduca al sistema inmune sin apagarlo por completo.

¿Qué implica este estudio?

Este trabajo demuestra en modelos murinos que las cDC1 son dianas terapéuticas reales en la aterosclerosis. Y lo más importante: abre la puerta a una nueva generación de tratamientos que complementen a las estatinas, actuando sobre la inflamación de forma controlada.

Todavía estamos lejos de aplicar esta tecnología en humanos, pero es una demostración potente de cómo la inmunología puede ayudarnos a repensar el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares.

Ciencia en equipo

Este estudio ha sido posible gracias al trabajo coordinado de muchos compañeros del CNIC, así como colaboradores en otras instituciones en especial a Laura Fernández, Jesús Ruiz Cabello y Susana Carregal del CicBiomagune. Gracias a todos ellos y a las entidades que financian este tipo de investigación, cada vez estamos más cerca de tratamientos personalizados y eficaces para enfermedades tan comunes como la aterosclerosis.

Link al artículo completo: https://doi.org/10.1161/CIRCRESAHA.124.325792

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About the Author: Miguel Galán Burgos

Graduado en Biotecnología por la Universidad Europea de Madrid y Máster en Biomedicina Molecular por la Universidad Autónoma de Madrid. Actualmente es doctorando en Biociencias Moleculares en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), donde desarrolla su tesis sobre el papel de las células dendríticas en la aterosclerosis. Su experiencia investigadora abarca también el estudio de la inmunometabolismo de macrófagos en la cardiotoxicidad inducida por doxorrubicina y la inmunoterapia del cáncer mediante nanopartículas de ARNm. Su actividad científica incluye publicaciones en revistas de alto impacto como Circulation Research y Nature, así como múltiples comunicaciones en congresos internacionales.

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