¡Qué dificil es ser un oso polar en el Ártico!
Después de este post os prometo que os va a cambiar hasta la forma de hablar y vais a empezar a incorporar a vuestro repertorio la expresión “lo tienes más difícil que un oso polar en el Ártico”. Me he encontrado este interesante artículo sobre las consecuencias de la contaminación en el Ártico en la revista ChemistryWorld. Está en inglés, pero si eso no es un problema para vosotros recomiendo la lectura porque es muy interesante. En cualquier caso os lo comento en este post y procedo a contaros las miserias del oso polar.
Imaginaros que sois un precioso ejemplar de macho (el dato de macho es relevante) de oso polar (Ursus maritimus) de 500 kilos que vive “felizmente” en el Ártico. El cambio climático debido a las emisiones de CO2 está causando el deshielo del territorio en el que vives, cada vez tienes menos zonas por las que desplazarte lo que dificulta el acceso a la comida y a aparearte con hembras de tu especie. Hasta aquí ya vemos que la cosa esta complicada para los osos polares.
Otro dato relevante en este post. Hablemos un poco del sexo de los osos. Los osos macho, al igual que otros machos de la mayoría de los mamíferos, tienen un hueso que se encuentra en el pene y que es conocido como báculo o hueso peneano. La función de este hueso es la de hacer posible la erección.
Además del cambio climático, los osos polares también tienen que enfrentarse a la contaminación. Desde los años 40, se ha venido observando la acumulación de contaminantes como el pesticida DDT, fungicidas y disolventes. Estos contaminantes son bioacumulables, es decir que se acumulan en el cuerpo si bebes aguas contaminadas, respiras aire contaminado o comes carne de animales contaminados. Los osos polares están muy arriba en la cadena alimenticia por lo que las posibilidades de consumir carne contaminada son altas. Como consecuencia de la falta de comida los osos polares han aumentado su consumo de carne de foca de las especies pía y capuchina cuya carne parece tener altos niveles de contaminación.
Y ahora os cuento una consecuencias importante del consumo de estos contaminantes. Un estudio publicado este mes de Mayo de 2018 revela que la exposición de los osos polares a estos contaminantes está causando osteoporosis. La osteoporosis es una enfermedad osea y aumenta el riesgo de rotura de los huesos. Ahora volvéis a leeros el texto dos párrafos más arriba. Pues sí, la contaminación está causando la rotura de los huesos peneanos de los osos, amenazando su posibilidad de reproducirse.
Ahora nos ponemos otra vez en la piel del oso polar, macho. Los osos polares, sólo se aparean una vez al año, los machos tienen que recorrer cientos de kilómetros para encontrar una hembra, con el deshielo hay zonas aisladas dificultando encontrar hembras, un macho tendrá que pelearse con otros machos para poder aparearse y además ahora tienen un riesgo elevado de rotura del hueso peneano por osteoporosis. Y todavía lo tienes peor si eres un oso polar de Groenlandia del Este (EG en el mapa de abajo). Los mayores índices de contaminación de encuentran en esta región donde se ha observado que la densidad de los huesos de los osos polares es la menor.
Cuando tengáis un mal día acordaros de los pobres osos polares del Ártico. Y para los que no lo tengáis muy claro os alegrará saber que los seres humanos no tenemos hueso peneano.