Ah, pero ¿los farmacéuticos también investigan?

Esta es una pregunta que, a muchos, por no decir todos, los farmacéuticos que en algún momento nos hemos dedicado a la investigación nos han hecho. La respuesta rápida es “sí, claro”.

Cuando la gente no muy vinculada al mundo de investigación piensa en una señora o un señor con su bata blanca en un laboratorio de ciencias de la salud, asumen, de manera general, que esa persona estudió previamente medicina o biología. Incluso puede que algunos piensen en químicos. Pero muy pocos se acuerdan de los farmacéuticos. Por otra parte, si preguntamos por la calle sobre el trabajo de un farmacéutico, la gran mayoría pensará solo en el clásico boticario. E incluso dentro de ambientes investigadores, muchas veces científicos procedentes de otras licenciaturas se sorprenden. A mí mismo, de hecho, me han preguntado varios investigadores con los que he trabajado que cómo era que un farmacéutico se dedicaba a la investigación contra el cáncer.

Pues ¡sorpresa!, los farmacéuticos hacemos muchas cosas, tenemos montones de campos en los que desarrollar nuestro trabajo. Hay boticarios, farmacéuticos de aduana, farmacéuticos hospitalarios, farmacéuticos en la industria de medicamentos (con multitud de trabajos muy diferentes), toxicólogos, expertos en salud pública, en nutrición, en análisis de aguas y alimentos, analistas clínicos, microbiólogos, farmacéuticos militares, farmacéuticos de ensayos clínicos, cosmética… y por supuesto, investigación.

El objeto de este post no es glosar y explicar todas y cada una de las salidas de los estudios de farmacia, sino que nos vamos a centrar en la investigación.

La mayoría de las asignaturas del grado de farmacia constan de una parte teórica que se imparte en las aulas y otra parte práctica que se imparte en laboratorios.  Además, la mayoría de los profesores pertenecen a importantes grupos de investigación que investigan en la propia facultad. Sin embargo, es cierto que, tal y como está enfocado este grado, es difícil despertar vocaciones investigadoras. Actualmente los alumnos han de hacer un Trabajo de Fin de Grado. Este trabajo puede ser de cualquiera de estos tres tipos:

  1. Trabajos de Atención Farmacéutica llevados a cabo durante la realización de las Prácticas Tuteladas.
  2. Revisión, documentación e investigación bibliográfica.
  3. Diseño de un trabajo teórico-experimental en un departamento universitario.

Este último tipo de trabajo es el que supone el acercamiento más claro de los alumnos a los grupos de investigación de los departamentos y de los que surgen los futuros investigadores doctores en farmacia.

Seguro que ahora estáis pensando que vale, los farmacéuticos investigan y que lógicamente lo que investigarán serán los medicamentos, puesto que farmacia es una titulación centrada en el medicamento. Esto es cierto en parte. Obviamente hay muchos farmacéuticos que se dedican a la investigación en farmacología. También en química orgánica, para el diseño y la síntesis de moléculas de interés terapéutico. Pero también hay muchos farmacéuticos expertos en microbiología, que investigan sobre virus o bacterias, y otros que han dedicado sus esfuerzos a la investigación en bioquímica y biología molecular. De hecho, si leéis habitualmente este blog, dos de los que aquí escribimos, María Arechederra y yo mismo somos farmacéuticos e hicimos nuestro doctorado en el Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Farmacia. Ella trabajó en identificar mecanismos de supervivencia e invasión celular (qué hacen las células tumorales para sobrevivir y moverse a otros órganos) y yo me dediqué al estudio de los mecanismos moleculares de algunos tipos de tumores (colorrectal, pulmón), en colaboración con el Hospital Clínico San Carlos.

Vamos a poneros ahora algunos ejemplos de farmacéuticos que han realizado aportes importantes gracias a sus investigaciones (y algunos aportes… curiosos). Hay que tener en cuenta que, hasta hace no demasiadas décadas, la carrera o el grado de farmacia no existía como tal, por lo que muchos de los personajes que recogemos aquí se formaron como químicos o médicos, pero su profesión era la de farmacéutico.

  • El descubrimiento del oxígeno fue llevado a cabo por el boticario sueco Carl Wilhem Scheele. Lo denominó aire de fuego y se anticipó al británico Priestley, aunque no publicó su descubrimiento hasta 1777, en su libro “Observaciones sobre el aire y el fuego”. Descubrió numerosos compuestos químicos, como la barita (óxido de bario), el ácido sulfhídrico, el arseniuro de hidrógeno, el arseniuro de cobre, la glicerina, los ácidos cítrico, úrico, benzoico, tartárico, gálico, oxálico, láctico, málico y prúsico (o cianhídrico). También fue capaz de aislar fósforo a partir de huesos. Descubrió también la acción de la luz en las sales de plata.

 

  • Descubrimiento y aislamiento de la morfina. Friedrich Wilhem Adam Sertürner fue un farmacéutico alemán que en la farmacia de Neuhaus en la que trabajaba se dedicó a investigar el principium somniferum del opio. Es decir, buscaba el principio activo, la sustancia química concreta que producía el efecto farmacológico del opio. Se había dado cuenta de que el opio no producía los efectos con la misma eficacia en todos los pacientes. Conocer y aislar la sustancia química concreta que producía el efecto sería útil para controlar mejor estos efectos. Probó la sustancia tanto en animales como en sí mismo y la denominó “morfina” en honor al dios del sueño Morfeo, puesto que ese era el efecto más llamativo que le produjo dicha sustancia. En 1831 hubo una epidemia de cólera en Alemania y en sus escritos Sertürner afirma que hay un agente causal que al entrar en el organismo provoca la enfermedad. Además, recomendaba que se “desinfectara” el agua donde vivía el agente y que ésta se utilizara hervida. Con todo esto se adelantó unos cuantos años al descubrimiento del agente causal de la infección.
Sertürner
  • Aislamiento de la clorofila y síntesis de la quinina. Joseph Bienamié Caventou y Pierre-Joseph Pelletier eran dos químicos y farmacéuticos franceses que aislaron en 1817 la clorofila, pigmento con el que las plantas realizan la fotosíntesis. También sintetizaron la quinina, antimalárico que se empleó de manera habitual hasta los años 20, en que fue sustituido por la cloroquina. Posteriormente, ante la aparición de resistencia a la cloroquina, se volvió a emplear la quinina. Además, estos dos farmacéuticos obtuvieron en su laboratorio numerosos alcaloides como principios activos de origen vegetal, como la colchicina o la estricnina.

Acúmulos de clorofila

 

  • Sara Borrell. Esta farmacéutica madrileña se especializó en principio en el estudio de las proteínas de la leche. Trabajó en endocrinología, estudiando las hormonas esteroides, durante toda su carrera, a lo largo de la cual colaboró con Gregorio Marañón, Edward Dodds, Premio Nobel de Química o Gregory Pincus, uno de los inventores de la píldora anticonceptiva.

 

  • Invención de la Coca Cola. El farmacéutico estadounidense John Stit Pemberton es el creador de esta conocidísima bebida, que en principio fue llamada Pemberton’s French Wine Coca. Tras varios años trabajando en la fórmula de la bebida, esta estuvo finalmente lista el 8 de mayo de 1886. Entre otras cosas, llevaba hojas de la planta de coca, nueces de cola y agua de soda. Se trataba, originalmente, de un preparado medicinal destinado a los problemas de digestión y que, además fuera estimulante y vigorizante.
Logo tomado de https://www.cocacolaespana.es/
  • Invención de la Pepsi Cola. Otro farmacéutico estadounidense, Caleb Davis Bradham. Fue el inventor de esta famosa bebida en 1893. Consistía en una mezcla de extracto de nuez de cola, vainilla y «aceites raros». Inicialmente se llamó Brad’s Drink, pero en 1898, pasó a llamarse Pepsi-Cola, término derivado de la combinación pepsina y cola, puesto que Bradham afirmaba que su bebida ayudaba a la digestión al igual que la enzima pepsina.

 

  • Las aspirina… y la heroína. Ambos compuestos se los debemos al farmacéutico alemán Félix Hoffmann. Realmente es muy difícil decir que la aspirina la inventó este farmacéutico que trabajaba en la compañía Bayer, puesto que los derivados del ácido salicílico se llevaban mucho tiempo usando en la clínica. Lo que sí es sin duda su mérito es haber encontrado un método mucho mejor que el existente anteriormente para producir ácido acetilsalicílico, en una forma más pura y estable. Menos conocido es que también fue el responsable de sintetizar por primera vez la heroína, que comenzó a comercializarse en 1898 como “un sustituto no adictivo de la morfina” …

 

  • Ley de las proporciones definidas o Ley de Proust. Proust fue un boticario francés nacido en 1754. Desarrolló casi toda su carrera en España, donde vivió y trabajó durante dos décadas, en ciudades como Segovia, Salamanca y Madrid, donde se hizo cargo del Laboratorio Real. Entre 1794 y 1804, Proust enunció la Ley de las proporciones definidas o constantes que establece que, cuando varios elementos se combinan para formar un determinado compuesto, lo hacen en una relación de pesos fija. Se trata de una de las leyes básicas de la química actual. Además, descubrió el azúcar de la uva (glucosa) a la vez que Löwitz en 1799.

 

  • Descubrimiento de la estructura del receptor de insulina. Joan Massagué es un farmacéutico barcelonés, aún en activo, que dirige, desde 2003 el programa de Biología y Genética del Cáncer del departamento de Biología Celular y Genética en el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York. Aparte de descubrir los receptores de la insulina y el gen p27, su investigación ha sido clave para conocer los mecanismos que permiten detener la proliferación celular. Gran parte de su trabajo se ha centrado en la molécula TGF beta. Gracias a su trabajo se han identificado los genes que controlan la metástasis de las células tumorales del cáncer de mama hacia otros órganos. También su equipo ha logrado elucidar el mecanismo general de colonización de la metástasis. Es uno de los cincuenta investigadores más citados del mundo.

 

  • Desarrollo de biomateriales regenerativos. La farmacéutica María Vallet Regí es una auténtica eminencia en su campo de investigación, pese a no ser conocida por el gran público. Se trata de una de las investigadoras cuyos trabajos han sido citados más veces. En su laboratorio de investigación en la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid son punteros mundialmente en la investigación sobre biomateriales inteligentes y nanopartículas con aplicación biomédica. Así, por ejemplo, desarrollan biomateriales para reconstruir huesos dañados y sistemas de liberación de fármacos. Fue pionera en sugerir la introducción de medicamentos en los poros de los materiales de sílice mesoporosos. Personalmente puedo decir que fui alumno suyo en los primeros años de carrera. Entonces no sabía que era una científica tan grande, pero sí puedo decir que era muy buena profesora.

 

  • Descubrimiento del cloroformo. Eugène Soubeiran fue un boticario francés que descubrió el cloroformo, si bien no llegó a identificar su actividad como anestésico.

 

  • Leche de fórmula para bebés. Heinrich Nestlé (seguro que el apellido os suena) fue un farmacéutico que desarrolló la primera fórmula para sustituir a la leche materna. Para ello mezcló leche de vaca, harina de trigo y azúcar. Este producto salvó la vida de numerosos bebés prematuros a finales del siglo XIX.

 

  • Lámpara de queroseno. El farmacéutico polaco Ignacy Łukasiewicz creó el primer método para destilar queroseno a través del filtrado del petróleo. Fue también el fundador de la primera mina de petróleo del mundo​.

Fuentes:

https://farmaciamarcos.es/historia-farmaceutica/algunos-farmaceuticos-ilustres/

https://www.historiadelamedicina.org/

investigacionTecnología CRISPR de última generación para analizar a gran escala el efecto de mutaciones puntuales
obstrucciónAtragantamientos, inhalaciones… y objetos en otros orificios naturales

About the Author: Alberto Morán

Licenciado en farmacia por la Universidad Complutense de Madrid. Realicé mi tesis doctoral en el Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Farmacia. Posteriormente hice un Máster en Dirección de Empresas Biotecnológicas. Trabajé casi un año en una consultoría de biotecnología. Posteriormente fui investigador y docente en la Universidad Complutense de Madrid durante siete años. Mi carrera investigadora se desarrolló en el estudio de los mecanismos moleculares del cáncer (colon y pulmón esencialmente). En noviembre de 2012 abandoné definitivamente el laboratorio. En la actualidad soy titular de una oficina de farmacia.

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