ADN Tumoral en plasma: Clave en el Pronóstico del Cáncer de Hígado
Mi nombre es Miguel Sogbe, soy médico venezolano graduado en la Universidad Central de Venezuela, específicamente en la Facultad de Medicina «Luis Razetti». Actualmente, me desempeño en la Unidad de Hepatología de la Clínica Universidad de Navarra, donde llevo a cabo mi labor desde el año 2018 hasta la fecha.
En esta ocasión, compartiré los resultados de nuestra investigación más reciente sobre el valor pronóstico de la secuenciación del genoma completo a ultra baja profundidad del ADN tumoral circulante en pacientes con hepatocarcinoma. Este trabajo ha sido dirigido por los doctores Bruno Sangro y Josepmaria Argemí, de la Unidad de Hepatología de la Clínica Universidad de Navarra y del grupo de Estrés Integrado y Cáncer Hepático del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA).
¿Qué es el hepatocarcinoma?
El hepatocarcinoma, también conocido como carcinoma hepatocelular, constituye más del 80% de los casos de cáncer de hígado, siendo más prevalente en hombres. Más del 90% de los casos se desarrollan sobre una base de enfermedad hepática crónica, que a menudo pasa desapercibida hasta que se manifiesta como cáncer.
Causas más frecuentes
Las principales causas incluyen el consumo crónico de alcohol, infecciones por los virus de la hepatitis B o C, y el hígado graso asociado al síndrome metabólico, especialmente en pacientes con diabetes y obesidad.
¿Qué tan común es el hepatocarcinoma a nivel mundial?
El hepatocarcinoma ocupa el sexto lugar entre los tumores más frecuentes y representa la tercera causa de muerte relacionada con el cáncer a nivel global.
¿Cómo se puede tratar el hepatocarcinoma?
En etapas tempranas, la cirugía, ya sea mediante la resección parcial del hígado o el trasplante hepático, es la opción principal. Para tumores de menor tamaño, se puede considerar la destrucción mediante radiofrecuencia. En etapas avanzadas, pero aún confinadas al hígado, se aplican tratamientos locorregionales como la radioembolización o la quimioembolización. Cuando la enfermedad se ha diseminado, se recurre a tratamientos farmacológicos, siendo la inmunoterapia la elección actual para estos casos.
¿Cuáles son los biomarcadores disponibles para su detección?
Actualmente, la alfa-fetoproteína es el único biomarcador validado para este tumor. Sin embargo, su limitación reside en que no siempre se puede detectar, la falta de información genética y la heterogeneidad tumoral, aparte de que no todos los hepatocarcinomas expresan altos niveles de alfa-fetoproteina. Dada esta necesidad, se busca identificar nuevos biomarcadores en sangre para comprender mejor la biología del hepatocarcinoma y identificar a pacientes con mayor riesgo.
¿Qué es el ADN tumoral circulante?
El hepatocarcinoma al igual que otros tumores, libera material genético en la sangre, conocido como ADN tumoral circulante, cuya cantidad depende de diversos factores, especialmente la carga tumoral. Este material incluye alteraciones cromosómicas que albergan genes relacionados con la progresión tumoral y con la resistencia al tratamiento.
¿Qué hemos demostrado en nuestro estudio?
El objetivo de nuestra investigación fue evaluar la utilidad de la secuenciación del genoma completo a ultra baja cobertura para detectar la fracción tumoral del ADN circulante y las alteraciones cromosómicas, identificando así a pacientes con peor pronóstico. Nuestros resultados coincidieron con la literatura previa, demostrando que esta herramienta, de costo accesible para el uso diario, permite identificar a pacientes con peor pronóstico de manera independiente a otras variables conocidas. Este sería el ejemplo de un paciente hepatocarcinoma sin ADN tumoral circulante detectable y sin alteraciones cromosómicas (figura 1) a diferencia de este otro paciente donde si se detecta ADN tumoral circulante (“tumor fraction”) y tiene varias alteraciones cromosómicas (figura 2) lo que significa una alta inestabilidad cromosómica que es el “hallmark” del cáncer.